Te extraño. Necesito sentir que estas a mi lado apoyándome en las buenas y en las malas, como solías hacer. Necesito escuchar los sermones que me decías cuando me equivocaba o hacía mal las cosas, o cuando me decías lo bien que hago algunas otras. Necesito que me abraces y que me digas que me quieres, que crees que me amas y que cuando vallamos caminando por las calles me protejas de todo el que se me acerca, aunque sea sólo con la mirada. Necesito escuchar tu voz, aunque sólo sea un minuto, y saber que estas bien...