Quizás no cruzamos más que una sonrisa de por medio. Pero cada momento que nos cruzamos las disimuladas miradas de reojo se me ilumina el mundo y mi sonrisa se vuelve tímida mientras mi cara se ruboriza y me obliga bajar mi mirada directamente al suelo.
Te veo caminar esperando a que te acerques a ver si acaso nos cruzamos un "HOLA!" en voz baja y un pequeño roce de mejillas.
A lo lejos, te observo, a lo lejos....
Porque me muero de los nervios si me acerco a hablarte (no es común en mí), se me enredan las palabras y lo único que puedo expresar es una sonrisa. Sí, tal vez no te conozco lo suficiente, pero me agita el corazón con tu presencia.
A lo lejos te deseo, a lo lejos...
Quizá la próxima semana que vuelvas a darte cuenta de que te veo y me vuelvas a regalar otra de esas sonrisas. Aunque hablamos por primera vez hace más de un año, pocas veces nos dirigimos la palabra. Y aún más pocas nos rosamos las mejillas.
Supongo que ni en una habitación vacía notarías que estoy ahí. Pero aún así...
Deseo verte pronto a ver si acaso te percatas de mi presencia otra vez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario