Recuerdos corto punzantes que bloquearon el extraño camino a aquella puerta,
recuerdos que ni palabras de aliento las borraban,
palabras que aún por ser las mas grandes y coloridas se escuchaban desabridas.
Pensé que escondiendo las fotos olvidaría, pero ni eso dejo de manchar mi cuerpo, ni eso dejó secar mis dedos.
Ropa húmeda, zapatos secos. Heridas inventadas y llantos robados.
Crueles fueron las amapolas al secarse, fríos fueron los cigarrillos al consumirse.
Mientras al otro lado de aquella entrada los peces flotaban, tú desde afuera los enredabas. Te escapabas con escusas sub reales, inventado respuestas utópicas con un poco de personajes irreales.
Ropa húmeda, zapatos secos. Heridas inventadas y llantos robados.
En fin.
Deje la llave en un paisaje, en un sueño, en una habitación creada, en una pantalla apagada y con la entrada bloqueada, en una paralela desechada.
Ojos cerrados, pestañas alzadas. Labios parchados y el abrigo por fin terminado.
Ropa húmeda, zapatos secos. Heridas inventadas y llantos robados.
Digo esto para que mi lengua respire y mi garganta descanse, entiendan que con el nudo no daba mas.
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